Talla M


Tomó su mochila y sacó sus cuadernos, dejó sólo uno. Sabía que tenía que llegar con algo. Fue a su despensa, una cajonera algo angosta, y sacó una botella con un licor transparente que aún no se abría.
Tomó la micro a las 7:45 de la mañana. Llegaría como a las 8. Se volvió mientras los oficinistas fiscales lo veían con cara de noticiero. La micro partió tras él. Caminó y atravezó el parque a pie. Nadie lo detuvo ni él quiso detenerse. Era una sensación nueva para él. Pasó al otro extremo del parque y bajo una araucaria se detuvo a pensar si era correcto lo que iba a decir. No pensó en estupideses y siguió su camino. Desde el edificio recién inaugurado colgaban pancartas y consignas.

-¡¡¡No nos sacan ni cagando!!! ¡¡¡No nos sacan ni cagando....

Tomó un sorbo de la botella que traía y se la pasó al grupo que estaba sentado al fondo, ese grupo que no gritaba. "Un regalo" les dijo.
Tomó la bocina y habló por el micrófono.

-¡Anoche tuve un sueño! Soñé que era millonario, que podía pagar lo que quisiera. Que podía estudiar en una privada. También soñé que no tenía un peso, que apenas y podía comer, no podía pagar el agua ni la luz pero si podía estudiar con millones y millones en becas. ¡Pero la verdad es otra! ¡Tengo un sueño!, quiero ser algo en la vida y la sociedad me lo prohibe, no tengo plata y las deudas que me agobian a mi y a mi familia son insostenibles. No califico como pordiosero, tampoco como un cuico con plata. ¡Soy de clase media, de la puta clase media! de esos que todos tratan de cagar. Creo en la buena fe de la gente ¡pero me harté!. Tomó un cartel y ayudó con las consignas que salían de la multitud.


-Y usted, cómo se llama mijito-
-Pablo Antonio Guerrero Cuevas, tía-
-Dígame su nombre no má pue-
-Pablo-
-Muy bien mijito-


-¿Quién de ustedes sabe cual esesta letra?-
-Yo profe, yo!-
-A ver Guerrero-
-¡La Z profesora!-
-Bien... esperen un poco- le habla el inspector- Guerrero vaya donde el director...-


-Dígame señor Guerrero...-
-Usted me llamó...-
-Mire. Usted ha estado los últimos doce años con nosotros y me temo que le tengo una mala noticia...-
-heee... bueno... dígame Señor...-
-nuestra institución, colegio particular-subvencionado, debe exigir un mínimo requisitos-
-Pero llevo buenas notas... 5,7...-
-Ha, sí, claro... pero me refiero a sus aportes voluntarios. Usted me entiende...-
-Bueno... yo... este...-
-Si desea egresar con sus compañeros y compañeras debe cancelar la totalidad de su mensualidad a la fecha-
Bueno, déjeme decirle que mi madre está cesante hace algún tiempo... y usted sabe que mi padre ya no... bueno, está muerto y nos dejó más deudas que dinero-
-No es mi problema señor Guerrero. Usted escogió esta institución educacional ¡particular subvencionada! y por lo tanto debe saldar su cuenta con este liceo-
-Pero ya le dí mis razones, yo...-
-¡Nada! He sido claro. Ahora vaya a recaudación o se puede retirar con sus cosas ahora mismo.-




Tomó la bandera principal que llevaba un amigo y la izó al viento raudo que pasaba. Llegaban la fuerza pública y el era el más visible. El carro lanza agua apuntó su chorro hacia él y lo lanzó contra la vereda. Lo tomaron de ambos brazos y lo subieron a una micro. Verde. Oscura. Negra.

Tomó un pañuelo para secarse las lágrimas, pagó la multa con el dinero para fotocopiar un libro. Dió el exámen sobre ese texto. Reprobó. Repitió todo el semestre. No pudo pagar. Congeló. Buscó trabajo. Es cesante. Le cumplieron un favor. Es taxista por las noches. Chocó un poste. Se fracturó una pierna. Tuvo que pagar el auto. Se endeudó. No pudo pagar. Está en la carcel. Salió por buen comportamiento. Afuera del juzgado lo asaltaron. Recibió un cuchillazo en el rostro. Se recuperó.

Hoy... no es nada... es un humano de clase media con 56 tarjetas de crédito y 8 diferentes deudas financieras para pagar las tarjetas.